viernes, 6 de noviembre de 2015

Lo que te contaría tomando un café

Lo que te contaría tomando un café son cosas pequeñas.

Las cosas pequeñas que me pasan aquí a veces tienen que ver con bichos pequeños. Un par de veces me he cogido pulgas, te diría; lo mejor para la picazón es el bálsamo de tigre. Me dirías que has usado el de color rojo, que alguien te lo recomendó para los dolores musculares. Pero este es blanco y lo encontrarías en cualquier farmacia, respondería yo.
Seguiría con los piojos. Me quejaría de que todos los días me paso la liendrera después de la ducha. Que hoy le pedí a la akka si podía comprobar que tenía el pelo limpio, porque el otro día me saqué un piojo. La akka que significa “hermana mayor”, te aclararía, es quien se encarga de las niñas en la escuela, limpia y cocina. Me ha dicho que me ponga henna en el pelo para matar los piojos. Tú me dirías que mejor vinagre, que me coloque luego una bolsa de plástico en la cabeza y me la deje un rato. Imagínate la fotografía del momento.
Como curiosidad te explicaría también que las arañas saltan, que hay sapos enanísimos, que he visto un par de mantis religiosas y que me unto de Relec mañana, tarde y noche.

Lo que te contaría tomando un café tiene que ver con el lenguaje y la comunicación.

Te diría que ya sé contar hasta diez en telugu. Okati, rendu, mudu, nalugu, aidu. Te diría que sé contar hasta diez, pero sólo contaría hasta cinco. Te comentaría cuál es mi palabra favorita en lengua de signos. La reproduciría. Comenzaría bajo los labios y luego llevaría la mano hacia la derecha moviendo los dedos como si fueran olas para decir color. A propósito, mencionaría que España se dice señalando el corazón, por el amor que le tienen al padre Vicente. Refunfuñando accedería también a decirte que mi signo es uno que señala la nariz, que por poco que me guste es mi rasgo más característico y que aquí a todos les encanta. Repetiría la conversación modelo que tengo con la gente de mi entorno. Que soy logopeda en la Escuela Primaria. Que mis padres están en España. Que aún no estoy casada, no, pero tengo un hermano que sí lo está. Que tiene dos bebés. Que son gemelos. Que no estoy casada por qué. Que mi estómago va mejor. Que me quedo un tiempo largo. Te partirías de risa cuando te contara que a veces me pongo a hablar con ellos en español y ellos me responden en telugu y que así podemos estar unos minutos entendiéndonos a medias. Sería algo así como
YO: bla-bla-bla
INDIO: kalarra kalakala kalama.
YO: ahhhh, kalama, ok, bla-bla.
INDIO: kalama, naaaa?
YO: na.

Si me tomara un café contigo te hablaría de mi barrio.

Del Beauty Parlour, el centro de Belleza, que hay de camino a la escuela. De la mujer que me hace las cejas con hilo y que no tiene ninguna visión de empresa abriendo un negocio en medio de la nada. Del sillón de dentista que aún tiene envuelto en papel de embalaje en la pequeña habitación donde te atiende. De que se cambia las gafas tres veces para ver si te ha hecho bien la depilación. Te hablaría también de la peluquería “Cortar y peinar” que han abierto frente a Main Campus. Te contaría que mi vecina deja la puerta de casa siempre abierta, que lo que le da miedo es cerrarla y quedarse sola dentro. Te hablaría del hombre de lungui en el kiosko junto a Main Campus, que en la puerta de atrás guarda cervezas en una heladera, que tiene 70 años sin arrugas en la frente y un hijo que me trae a casa en rickshaw. Y del trabajador de la escuela que se encarga de mi bicicleta, de llevarla al taller, que me ha comprado un llavero horterísimo para el candado.

Si me tomara un café contigo, me callaría y saborearía la taza de café; te diría que me sabe intenso y delicioso, porque aquí no se toma. Y que bebo leche de vaca recién ordeñada por la mañana. Que el otro día me presentaron a la vaca en cuestión y le dije “Namasté” muy educadamente. Pero me contestó “ambaaaa” que es como mugen aquí las vacas.


Estaríamos toda la tarde charlando. Una cosa tras otra, pequeñas cosas, según como se mire. Te diría de la India que tiene mil caras. Te invitaría a otro café para explicártelo.

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